El Proceso de Trabajo
Recorte Manual
El recorte manual es uno de los aspectos más laboriosos de su proceso. María recorta el grabado a mano con un bisturí, dedicando tiempo y atención a cada línea y contorno para resaltar los elementos más importantes de la obra. Este trabajo meticuloso le permite dotar al grabado de una estructura que, una vez ensamblada, proyecta sombras y genera la sensación de tridimensionalidad.
Finalmente, el grabado recortado se enmarca en una caja de madera que trabaja artesanalmente, cuyo interior forra con papel amate, un papel que hacen los artesanos otomíes de Puebla, méxico. Este papel, con su textura y color natural, aporta un fondo orgánico que complementa la estética del grabado. María fija la obra en la caja de manera que quede ligeramente separada del fondo, permitiendo que la luz interactúe con el grabado y proyecte sombras que enriquecen visualmente la pieza.
Cada obra de María Pujol es el resultado de un proceso que combina técnica, creatividad y dedicación, transformando un grabado en una experiencia artística tridimensional única.