Serigrafía tridimensional. Maria Pujol estampa la serigrafia sobre papel que posteriormente recorta a mano con bisturí, es un proceso lento y meditativo.
En esta pieza, el marco de madera natural de castaño, incorpora una base que sostiene la obra en pie, situándola en un territorio híbrido entre la serigrafía y la escultura. El resultado es un formato contemporáneo que trasciende la bidimensionalidad tradicional, transformando materiales naturales en un objeto poético que reivindica la memoria, la resiliencia y el diálogo entre naturaleza y ciudad.
 
            







 
             
             
             
             
             
             
             
             
             
             
             
            